14/3/09

[ ] PLACER E INSATISFACCIÓN (meditaciones sobre un tema a coreografiar)








“The only way to get rid of a temptation is to yield to it. Resist it and your soul grows sick with longing for the things it has forbidden to itself, with desire for what its monstrous laws have made monstrous and unlauful”

Oscar Wilde


“at least a cigarrette has the charm of leaving one unsatisfied”

Oscar Wilde


“con el frenesí consumista se expresa el rechazo del tiempo usado y repetitivo. Una lucha contra el envejecimiento del sentido que acompaña a la cotidianidad. No tanto el rechazo de la muerte y de la finitud como la angustia de fosilizarse, de repetir y de no sentir”

Gilles Lipovetsky




El planteamiento base para la obra es el hecho de que aquellos placeres a los que no nos rendimos hasta la satisfacción, o aquellos que por su naturaleza no nos satisfacen, son los mas placenteros. Incluso el hecho de que lo sean yace precisamente en la insatisfacción que nos provocan. La insatisfacción crea un eco glorificador que incluso rebasa el placer original que produciría una acción en particular.



Dicha insatisfacción se produce cuando la acción placentera (quizá subconscientemente) no cierra un ciclo que nos permitiría entender que esta ha terminado y así mover nuestra atención a otra cosa. Es la falta de conclusión la que nos deja queriendo mas. Muchas veces al desear algo (digamos, un chocolate), lo disfrutamos mas en el proceso del antojo que en la consumación de este, lo glorificamos en la imaginación aunque la sensación que nos produce no sea en realidad tan espectacular. Pero si además después de la primera mordida el chocolate nos fuera arrebatado, no solo nos frustraria: el placer del inconcluso bocado se agrandaría muchísimo en nuestra mente, manteniendo el recuerdo sensorial mucho mas presente que de ordinario. En cambio, si no solo no nos fuera arrebatado, sino que además nos zampáramos la caja entera, quizás el primero seria placentero, pero el disfrute se iría aminorando hasta que el último lo comeríamos incluso con indiferencia.



De ahí quizá que los productos exóticos sean tan fervientemente apreciados. Comer caviar beluga o trufas negras, o tener sexo con una top model no son cosas que ocurran todos los días, y cuando las experimentamos somos concientes (durante la acción) de que la delicia será escasa. Esa conciencia es la que nos hace poner una mayor atención en el presente, y tratar de obtener el mayor disfrute de el. Una vez terminado el momento, sentiremos que no fue suficiente y nuestra mente atesorará las sensaciones que experimentó dotándolas de cualidades mayores a las que en realidad tienen. Es decir, a falta del objeto real, es necesaria la grandilocuencia de la memoria para intentar equiparar el placer real a la añoranza.


Este hecho hará que la próxima vez que probemos el objeto de deseo, éste (a pesar de ser encantador) no estará a la altura de su propia versión mental. Y al esfumarse tan pronto, nos dejara placenteramente insatisfechos volviendo a iniciar el ciclo.



Hay cosas que a pesar de ser comunes, tienen el mismo efecto, porque contienen en si mismas la capacidad de crear (mas que placer) insatisfacción. Entre ellas se encuentra por ejemplo el tabaco. Oscar Wilde decía: “at least a cigarrette has the charm of leaving one unsatisfied” y esta frase me hace pensar que el placer que provoca el cigarro está puramente en la insatisfacción que nos causa, pasando de largo cualquier otro efecto que nos pueda producir. Incluso ocurre que entre una aspiración de humo y la siguiente, hay un pequeño lapso de insatisfacción que nos lleva a seguir fumando. el tabaco es también el mas efímero de los deleites, pues el de por si sutil efecto que produce ocurre únicamente mientras la columna de humo penetra nuestros pulmones; y desaparece en cuanto la inhalación termina, sin dejar la menor secuela en nuestras sensaciones.



Llego a la conclusión de que los “placeres de la insatisfacción” (como he decidido llamarles), están intimamente ligados con el presente, y siendo el presente algo impalpable, lo son estos con el. y es este hecho (y quizá también el saber que no los podemos controlar o siquiera poseer) el que los vuelve causantes de tanta insatisfacción, y por ende, tan exquisitos. Entre mas efímero el deleite, mas insatisfactorio y placentero es.




















1 comentario:

  1. si señores positrones yo por eso digo que a mi como que me faltan palabras
    http://neverlovemeback.blogspot.com/2006/11/luego-cuando-no-se-que-escribir-me-pasa.html

    ResponderEliminar